Un Lugar para Crecer: Construyendo un Futuro de Esperanza
Querida familia en la fe, amigos y toda persona de buen corazón que hoy nos lee,
Me dirijo a ustedes con un corazón lleno de emoción y esperanza para compartirles un sueño, una visión que nace del corazón de Dios y que trasciende nuestras propias fuerzas y capacidades: la construcción de nuestro nuevo templo. Un espacio sagrado donde las vidas puedan tener un encuentro genuino con Dios, donde las familias crezcan fortalecidas en el amor, la fe y los valores del Reino, y donde podamos extender nuestras manos para servir a nuestra comunidad con el amor transformador de Cristo.
Un Crecimiento que nos Desafía a Creer
Por la infinita gracia de Dios, nuestra iglesia ha experimentado un crecimiento maravilloso. Cada semana, somos testigos del poder restaurador de Jesucristo en las vidas de quienes llegan buscando esperanza, sanidad y un propósito renovado. Vemos cómo personas de todas las edades encuentran en nuestra comunidad un refugio, una familia y un lugar para crecer en su relación con Dios. Este hermoso crecimiento, que es un fiel testimonio de la obra del Espíritu Santo, también nos presenta un desafío emocionante: nuestro actual espacio, aunque lleno de hermosos recuerdos, se ha quedado pequeño para todo lo que Dios está haciendo y anhela seguir haciendo en medio nuestro y a través de nosotros.
Un Llamado a Edificar Juntos
El Señor nos está llamando a dar un paso de fe audaz, a creer que lo imposible se hace posible cuando confiamos en Él y trabajamos unidos. Nos llama a construir un nuevo templo, un lugar más amplio y adecuado, donde:
- Los niños puedan florecer: Imaginen un espacio vibrante, seguro y lleno de amor, especialmente diseñado para que nuestros pequeños aprendan de la Palabra de Dios, desarrollen su fe y descubran sus talentos en un ambiente estimulante.
- Los jóvenes encuentren su identidad en Cristo: Visualicen un lugar donde nuestros jóvenes se sientan acogidos, escuchados y desafiados a crecer, un espacio donde puedan soñar en grande, recibir la mentoría y guía que necesitan, y fortalecer su caminar con Dios en medio de una generación que necesita la luz de Cristo.
- Las familias se fortalezcan: Creemos en la importancia de la familia como pilar fundamental de la sociedad. En nuestro nuevo templo, las familias tendrán un lugar para crecer juntas en la fe, recibir apoyo y edificación, y ser equipadas para vivir conforme al diseño de Dios.
- Nuestra comunidad sea impactada: Anhelamos ser una iglesia que trasciende las cuatro paredes del templo, llevando el amor y la esperanza de Cristo a nuestra ciudad. Este nuevo espacio nos permitirá realizar actividades, talleres y programas que transformen nuestra comunidad para la gloria de Dios, supliendo necesidades y compartiendo el mensaje del Evangelio en palabras y acciones.
- La Gloria de Dios resplandezca: Más que un edificio, este nuevo templo será una casa de oración, un lugar de adoración, un santuario donde la presencia de Dios se manifieste poderosamente y donde Su gloria sea exaltada por encima de todo.
Un Proyecto que Requiere de Tu Participación
Es tiempo de actuar. Es tiempo de construir juntos el futuro que Dios tiene para nosotros. Para hacer este sueño realidad, necesitamos recaudar 300.000 euros. Esta cantidad cubrirá la adquisición del local y las reformas integrales necesarias para adaptarlo a las necesidades de nuestra creciente congregación y las actividades que anhelamos realizar. Es una suma significativa, sí, pero creemos firmemente que cuando Dios da una visión, Él también provee los recursos. Nuestra fe no se basa en nuestras propias fuerzas, sino en el poder y la fidelidad de nuestro Dios, quien es el dueño de todo y para quien no hay nada imposible.
Inspirados por la Generosidad
La Biblia nos inspira con el glorioso ejemplo del pueblo de Israel, que, con corazones generosos y movidos por el amor a Dios, ofrendaron con alegría hasta que hubo más que suficiente para la construcción del Tabernáculo, la morada de Dios en medio de ellos (Éxodo 35:4-5 y Éxodo 36:5-7). Su generosidad desbordante es un ejemplo que nos desafía e inspira hoy.
Hoy, extendemos un llamado similar a nuestra congregación, a cada uno de nuestros hermanos y hermanas en Cristo que se congregan con nosotros, pero también a cada persona que lea estas palabras y sienta en su corazón el deseo de ser parte de esta obra, de esta siembra para el Reino de Dios. Creemos que Dios puede tocar los corazones de personas como tú, que entienden la importancia de invertir en lo que es eterno.
¿Cómo Puedes Ser Parte de este Milagro?
- Únete a nosotros en oración: La oración es el fundamento de todo lo que hacemos. Te invitamos a unirte a nuestro clamor, pidiendo a Dios que provea los recursos, que toque corazones, que abra puertas que nadie puede cerrar, y que guíe cada paso de este proyecto conforme a Su perfecta voluntad. Oremos para que este nuevo templo sea un lugar lleno de Su gloria y un instrumento poderoso en Sus manos.
- Contribuye con generosidad: Cada donación, grande o pequeña, es valiosa y nos acerca a la meta. No se trata de la cantidad, sino del corazón con que se da. Te invitamos a sembrar en este proyecto con alegría y con la convicción de que estás invirtiendo en algo que tendrá un impacto eterno. Recuerda las palabras de Jesús: «Más bienaventurado es dar que recibir» (Hechos 20:35).
- Comparte esta visión: Ayúdanos a difundir este mensaje. Comparte este sueño con tu familia, amigos, compañeros de trabajo y en tus redes sociales. Quizás tú no puedas contribuir económicamente en este momento, pero alguien en tu círculo de influencia podría sentir el llamado de Dios a apoyar esta causa. Juntos, podemos llegar mucho más lejos.
Facilitando tu Generosidad
Ya puedes realizar tu donación de forma cómoda y segura a través de nuestra página web. Encontrarás un formulario específico para este proyecto en la sección de donaciones. Allí también encontrarás nuestros datos bancarios para realizar transferencias si lo prefieres. También dejo el formulario al final de este post.
Más que un Edificio, un Legado de Fe
Este proyecto no se trata simplemente de construir un edificio, sino de levantar un faro de esperanza, un centro de transformación, un lugar donde las generaciones venideras se encuentren con el amor transformador de Jesucristo y donde Su Reino se expanda en nuestra ciudad. Se trata de dejar un legado de fe para las futuras generaciones.
Creemos que juntos podemos lograrlo. Porque esta obra no es de una sola persona, ni siquiera de una sola iglesia, es una obra de Dios, para Su pueblo y para Su gloria. Creemos que Él está levantando un ejército de corazones generosos dispuestos a invertir en Su Reino.
¿Te unirás a nosotros en este emocionante viaje de fe? ¡Hagamos historia juntos, construyendo un futuro lleno de esperanza y bendición!
Con profunda gratitud y amor en Cristo,
Pastor Abel Bierd
Iglesia Evangélica Camino de Paz
«Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra.» – 2 Corintios 9:8