En tus manos están mis tiempos (Salmos 31:15 a)
Si nos ponemos a mirar nuestro mundo y las circunstancias que nos rodean, pronto percibiremos que nuestras emociones, razón de ser y motivaciones serán como tamo que se lleva el viento; siempre es mejor observar las anteriores, con las lentes bíblicas para así vivir con esperanza en todas las estaciones de la vida.
Sabemos que en la vida hay tiempo para todo, “Tiempo de morir y tiempo de nacer, tiempo de paz y tiempo de adversidad”; eso dice el predicador en Eclesiastés 3:1. ¿Pero quién determina esos tiempos? ¿Quién determina su duración? ¿Por qué la vida no es una línea recta de paz en vez de un zigzag de intranquilidad, paz, sosiego, desasosiego, calma, intranquilidad?
Es refrescante para el alma saber que, “Todos nuestros tiempos están en las manos de Dios”, no importando su naturaleza; Él los rige; es decir los administra y no nos dará una carga que nos supere más de lo que podemos.
“Todos nuestros tiempos” y no solos algunos de nuestras épocas, nuestro Dios Jehová, en su sabiduría los determina y los permite, sin sorprenderse por ninguno y sin dejar de tratar con nosotros. “Todas” nuestras temporadas (personales o mundiales) Él las controla con sus mismas manos y las detiene cuando lo vea oportuno. Según la concordancia Strong la palabra hebrea usada para referirse a “Tiempo” en Eclesiastés 3:1 es la misma del Salmo 31:15; que se refiere a época o estación.
Sin duda nuestro mundo y nuestras vidas necesitan esperanza. Los cristianos o seguidores de Cristo sabemos que en el evangelio hay esperanza para un mundo que gime por el pecado y la maldad; sabemos que las promesas bíblicas son para aplicarlas, vivirlas y obtener paz.
Nuestros tiempos están en las manos de Dios
En suma, lo que el salmista quiere trasmitir es que todo lo que vivimos no escapa del conocimiento, control y soberanía divina. Saber que nuestros tiempos están en las manos de Dios es un ancla para el alma; en todo momento.
No obstante, si miras a tu alrededor sin la confianza y certeza que Dios está interviniendo en todo y en todas las cosas personalmente y sigue teniendo planes para bien, pronto serás presa de la angustia, desesperanza y el miedo.
Asimismo, cuando piensas que tu futuro y tu paz presente no dependen de ningún ser creado, que no están en poder del sistema del mundo, que no las rige el infierno, ni la mala suerte, cuando piensas que ni aun nosotros mismos diseñamos nuestros tiempos; ya vas en pos de la paz que sobrepasa todo conocimiento, por saber que Él, Jehová es su nombre, tiene planes de bien y que Él está por encima de esas temporadas; pues las usa para cumplir sus propósitos eternos.
Gloria a Dios! Gracias a Dios por estar al control en cada una de las estaciones de nuestra vida.