¿Alguna vez te has preguntado por qué los cristianos comen un pequeño trozo de pan y beben un sorbo de vino (o mosto) en algunos servicios de la iglesia?
Tranquilo, no eres el único.
Durante miles de años, la Iglesia ha continuado una práctica llamada Santa Cena, o dependiendo de las diferentes tradiciones de la iglesia, la Cena del Señor, Comunión o la Eucaristía.
La Santa Cena usa el pan como símbolo del cuerpo de Jesús y el vino como símbolo de su sangre. Sí, suena extraño. Pero, ¿por qué los cristianos hablan de comer el cuerpo de Jesús y beber Su sangre? ¿Somos caníbales?
¿De dónde vino la Santa Cena?
Jesús comenzó la tradición de la comunión. Instruyó a Sus seguidores a usar pan y vino para recordar el sacrificio que iba a hacer cuando muriera por nuestros pecados en la cruz (1 Corintios 11:23-26).
Jesús se llamó a sí mismo \»el pan de vida\», lo que significa que somos alimentados por Él, sobrevivimos gracias a Él, y Él nos satisface cuando todo lo demás nos deja vacíos (Juan 6:48-51). Hay una conexión entre nuestra cercanía a Jesús, creer en Él y ser realizados por Él (Juan 6:35).
La Iglesia primitiva celebraba a Jesús tomando la comunión, a veces todos los días (Hechos 2:42-46). Vieron que cada vez que se reunían alrededor de una mesa para comer y beber, era una oportunidad para reconocer a Jesús y agradecer a Dios por todo lo que había hecho.
Razones para no participar de la Santa Cena
Tomar la comunión no te hace cristiano. No salva tu alma ni te lleva al cielo.
Dios en realidad nos advierte acerca de tomar la Cena del Señor sin considerar lo que significa y por qué lo estamos haciendo. La intención no es que realicemos un ritual sin pensar, sino que intencionalmente reservemos tiempo para recordar lo que Jesús ha hecho y por qué lo hizo (1 Corintios 11: 27-31).
Por qué los cristianos practican la Cena del Señor
No se trata del pan y el vino; se trata del cuerpo y la sangre de Jesús.
No se trata del ritual o el método; se trata de escuchar a Jesús y hacer lo que Él dice.
La Cena del Señor no es una obligación, sino una celebración.
La Santa Cena celebra el Evangelio: Jesús fue quebrantado por nosotros para que podamos ser fijados por Él.
Celebrar la comunión marca la historia de Jesús, cómo se entregó completamente para darnos una vida mejor, un nuevo comienzo y una nueva relación con Dios (1 Pedro 3:18). No se trata de un ritual para reverenciar, sino de una persona para adorar. Jesús está menos preocupado por el método de celebrar la Santa Cena y más preocupado de que nosotros la celebremos.
Tan a menudo como recordamos a Jesús, debemos celebrar a Jesús.
La Santa Cena es importante porque es un mandamiento para recordar. Jesús quiere que recordemos cada vez que probamos pan y vino, e incluso cuando nos sentamos en las mesas de nuestros propios hogares, que Él es el que proporciona todo lo que necesitamos. Él nos da el alimento físico que necesitamos para sobrevivir y el alimento espiritual que necesitamos para seguir dando nuestros próximos pasos con Él.
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